Cuando pensamos en estrellas del porno, la imagen que se nos suele venir a la cabeza es la de una mujer exuberante, hermosa y con cara de vicio. Y las cosas como son, la mayoría encajan en esa percepción, basada al fin y al cabo en nuestra propia experiencia viendo escenas de este tipo. Pero aunque parezca algo obvio, detrás de esas estrellas hay personas que tienen inquietudes mucho más allá de tener sexo delante de una cámara. Como ese repartido que está estudiando para convertirse en cineasta, o esa chica que trabaja vendiendo ropa en una tienda cualquiera y escribe novelas eróticas en la intimidad. Una de las cosas que deberíamos tener muy claras a estas alturas es que el trabajo no marca a la persona. Ni siquiera cuando esta se dedica a algo como el porno, que sigue estando “mal visto” por muchos sectores de la población. Habrá quien vea a estas chicas solo como trozos de carne deseables, pero sin duda son mucho más que eso.
De hecho, la mayoría de las chicas jóvenes que comienzan en la industria actualmente poseen estudios superiores, o incluso han terminado ya su carrera. Son mujeres empoderadas que se han formado y han buscado abrir negocios más allá del cine para adultos, sabiendo que esto no dura para siempre. Chicas que entienden que no se las debe juzgar solo por su cuerpo, aunque sea su herramienta de trabajo, y que esa imagen de la zorra tontita ya pasó de moda hace mucho tiempo. Son fuertes, son inteligentes, y no tienen el menor problema en demostrarlos. En esta era de redes sociales, donde todos tenemos un escaparate para mostrarnos al mundo tal y como somos, algunas pornstar han decidido sacar su lado más intelectual. Desde críticas literarias hasta ensayos con el piano o el violín, estas chicas defienden que no son simples niñas monas, sino que tienen auténtico talento, también más allá de la cama. Uno de los casos más conocidos es el de la estadounidense Kayden Kross, que lleva una década y media en la industria siendo una de las mejor pornstars del mundo. Y todavía tiene tiempo para escribir relatos e incluso poemas, que luego recita en algunos cafés.
Quién es Kayden Kross
Nacida en Sacramento, California, en 1985, la joven Kayden Kross era toda una nerd en el instituto. Según ella misma confesaría años después, era el tipo de chica que pasaba totalmente desapercibida, con gafas y siempre detrás de los libros. Pero al cumplir los 18 aquello cambió por completo. Se deshizo de esa imagen de mosquita muerte y empezó a sacarle partido a esa belleza tan propia y especial, herencia de su familia escandinava. Así, Kross empezó bailando en un club de striptease a las afueras de su ciudad, con la intención de ganar dinero para comprarse un pony. Ante este adorable objetivo, la chica acumuló buenas propinas e incluso fue contactada por un agente de modelos, que le buscó sesiones para revistas importantes. Tras posar desnuda y ligera de ropa en algunas publicaciones, Jayden por fin recibió la llamada de la industria del porno.
Su trayectoria en el porno
Era un verdadero caramelito, rubia y de ojos claros, con un poderío impresionante y una lascivia que quedaría patente en la pantalla ya en su primera escena. Kayden debutó en el cine por todo lo alto en 2007, protagonizando su propia cinta sexual junto a Manuel Ferrara, quien se convertiría posteriormente en su marido. Desde el primer momento, el desempeño de la exuberante rubia californiana llamó la atención, y a partir de 2008 comenzó a acumular premios y nominaciones dentro de la industria, convirtiéndose en una de sus mayores estrellas. Kross ha ido pasando de productora en productora, haciendo también la transición, no siempre sencilla, de joven a MILF. Hoy por hoy es una de las actrices más cotizadas dentro de esta categoría.
La profesionalidad de Kayden Kross está fuera de toda duda para cualquiera que haya podido disfrutar de alguna de sus escenas. Y lo más sorprendente es que en estos tres lustros no parece haber perdido un ápice de intensidad y pasión al hacerlo frente a la cámara. Con cerca de 250 escenas, la rubia ha sabido dosificar su presencia en la industria, haciéndose cargo de su posición de celebridad casi desde el primer momento. Sus redes sociales arden con cada foto que sube, y su voz siempre se escucha cuando hay algún debate candente en torno al porno. Y no es por casualidad. No solo es una de las veteranas que ha vivido mucho en la transición de la industria a Internet, sino también una chica con la mente muy abierta y las ideas muy claras.
Rompiendo estereotipos
Viendo cualquiera de sus vídeos o disfrutando de sus fotos para Penthouse o Hustler, cualquier podría pensar que Kayden Kross es solo otra rubita californiana sin cerebro. Tiene ese aire de muñequita que tanto gusta a los hombres en general, e incluso se parece bastante a la mítica Pamela Anderson, aquel mito erótico de los 90. Pero Kayden Kross ha demostrado que va mucho más allá de ser solo una actriz porno. Sus inquietudes intelectuales, especialmente literarias, son de sobra conocidas en el mundillo. De hecho, desde finales de los 2010 ha colaborado con numerosos medios y revistas digitales donde ha escrito artículos y columnas de opinión que no tienen desperdicio. Pero la cosa no se queda ahí.
En 2011 Kayden Kross se estrenó como poetisa en un café de Sacramento, su ciudad natal. Allí, junto a otros jóvenes poetas semidesconocidos, la actriz porno no tuvo reparos en subirse al escenario y leer algunos de sus poemas. Y según los que han podido verla en aquella o en las otras muchas ocasiones donde ha leído su poesía, no lo hace nada mal. Kross también ha publicado un libro de relatos y actualmente está trabajando en su autobiografía, donde recogerá toda su carrera en estos tres lustros en el porno. Sabiendo cómo se las gasta con la literatura, estamos seguros de que ese libro va a ser una auténtica bomba, por la mezcla tan especial que contendrá.
Una auténtica intelectual
¿Qué es lo que hace que una persona pueda considerarse intelectual? ¿Conocer los nombres de músicos clásicos ya olvidados? ¿Presumir de leer libros que son un absoluto aburrimiento? El intelectual es el que desarrolla la mente a través del pensamiento, de las ideas, de las discusiones y los debates, y también de la cultura, por supuesto. En este sentido, Kayden Kross siempre está dispuesta a compartir sus opiniones y pensamientos con quien lo desee, acerca de todo tipo de temas de la actualidad. Escribe relatos cortos y es una poetisa de primera, además de colaborar con diversas causas a través de su literatura. ¿Puede una actriz porno ser una verdadera intelectual? Desde luego que rompe con el estereotipo que normalmente tenemos en mente para estas chicas, pero a la vista está que Kayden ha conseguido demostrar que lo suyo es un talento muy especial.